Construyendo relaciones positivas: El corazón de la crianza positiva
- UPV/EHU
- 6 jul
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 sept
La conexión antes que la perfección: por qué tu relación es lo más importante
Toda madre, padre o persona a cargo de menores desea un vínculo profundo y duradero. Pero con agendas apretadas, altibajos emocionales y el estrés diario, a veces puede resultar difícil mantener una conexión verdadera.
La base de la crianza positiva es esta simple verdad: los niños y las niñas prosperan en relaciones donde se sienten valorados, seguros y amados. No se trata de ser la madre o el padre perfecto, sino de generar confianza, estar emocionalmente disponible y estar presente una y otra vez.
En este artículo, exploraremos cinco formas sencillas de fortalecer esta relación, comenzando hoy.
Por qué son importantes las relaciones positivas
Porque aprenden mejor en un contexto de relaciones seguras y afectuosas. Cuando se sienten conectados emocionalmente, es más probable que sean capaces de:
- Cooperar y escuchar 
- Expresar sentimientos de manera saludable 
- Recuperarse del estrés 
- Desarrollar fuertes habilidades sociales y emocionales 
Las investigaciones muestran que el apego seguro es uno de los predictores más fuertes del bienestar emocional, la confianza y la salud mental en la edad adulta.
¿La buena noticia? Las relaciones positivas no requieren perfección; se desarrollan a través de pequeños y significativos momentos de presencia y cariño.
Cinco fundamentos para una relación sólida en la familia
1.
Estar emocionalmente disponible
Haz espacio en tu día, aunque solo sean 10 minutos, para una conexión personal.
"Estoy aquí. Te veo. Me importa lo que sientes."
Este tipo de presencia ayuda a que tu hija o hijo se sienta seguro y valorado, incluso en momentos difíciles.
2.
Practicar la escucha activa
Escucha realmente, no para arreglar, sino para comprender.
Ponte a la altura de sus ojos. Refleja sus sentimientos. Di: "Pareces enfadada. Tiene sentido. ¿Quieres contarme más?"
Esto demuestra empatía y le enseña a tu hija o a tu hijo cómo expresar sus emociones con respeto.
3.
Establecer límites con amabilidad
La crianza positiva incluye límites, pero esos límites pueden establecerse con respeto.
"No voy a dejar que pegues a tu compañera. Vamos a buscar otra forma de demostrar que estás enfadada".
Los límites establecidos con amor crean seguridad, no vergüenza.
4.
Conectar a través del juego y la rutina
El juego es el primer idioma. Compartir juegos, cocinar, leer cuentos antes de dormir, incluso pequeños rituales, fomenta la confianza y la alegría. Las rutinas también brindan comodidad y previsibilidad, especialmente durante las transiciones.
5.
Reparar
Todas las relaciones tienen momentos difíciles. Lo que más importa es cómo se reconectan.
"Perdón por haberme enfadado. Vamos a intentarlo nuevo. Te quiero, incluso cuando estamos teniendo un día difícil."
La reparación crea seguridad emocional, enseña responsabilidad y modela resiliencia.

Qué se interpone en el camino y cómo reconectarse
La vida es intensa. Entre el trabajo, las pantallas, el estrés y la sobrecarga mental, es fácil distraerse o estancarse en patrones de corrección en lugar de conexión.
Pero nunca es tarde para cambiar la energía. Prueba estas pequeñas y poderosas estrategias de reconexión:
- Guarda el teléfono y sigue el ejemplo de tu hijo durante 15 minutos de juego. 
- Di algo amable antes de acostarte: “Me ha encantado verte sonreír hoy”. 
- Deja una pequeña nota o un dibujo en su almohada, mesilla. 
- Haz preguntas abiertas: "¿Cuál ha sido tu parte favorita del día?" 
Estos momentos diarios actúan como depósitos emocionales en el “banco” de su relación, ayudando a ambas partes (infantil y adulta) a superar los momentos difíciles con más gracia y cercanía.
Reflexión final: Las relaciones primero, siempre
Las relaciones positivas son la base de todo lo demás en la crianza. Apoyan el aprendizaje, guían el comportamiento y moldean la percepción que su hijo o hija tiene de sí misma y de otras personas para toda la vida.
No hay que alcanzar la perfección. Solo tienes que estar presente.
Cada interacción es una oportunidad para generar confianza, compartir alegría y construir el tipo de relación que deseas en el futuro.








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