Mini pensantes: cómo despertar el pensamiento crítico desde el nacimiento hasta los 4 años
- PH-JEB
- 7 jul.
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 22 jul.
¡Porque las grandes mentes empiezan pequeñas!
¿Se ha preguntado alguna vez cuándo la primera infancia empieza a pensar críticamente? Sorpresa: ¡es mucho antes de que empiece la escuela! Tanto bebés e infancias pequeñas son como mini personas científicas: observan, exploran y prueban ideas durante todo el día. ¿Y sabéis qué? La forma en que hablamos y jugamos con las infancias ayuda a formar estos pequeños cerebros increíbles.
Entonces, ¿cómo puedes ayudar a tu criatura a convertirse en una persona pensante segura, creativa y curiosa desde el principio? Empecemos!
Por qué el pensamiento crítico es importante para la primera infancia
Ayudar a pensar críticamente no significa ejercitar con preguntas, sino dar el espacio y las herramientas para resolver las cosas por su cuenta. Esto es lo que ganan:
• Superpoderes para la resolución de problemas : aprenden a afrontar los retos en vez de esperar respuestas.
• Curiosidad natural : «¿Por qué?» y «¿Cómo?» se convierten en sus palabras favoritas.
• Confianza creativa : aprenden que hay más de una manera de resolver un problema.
• Independencia : resolver las cosas fomenta la autoconfianza y la confianza.
Maneras divertidas y sencillas de mejorar las habilidades de pensamiento (0–4 años)
1. Deja que tomen la iniciativa por su propia cuenta
No se precipite a ayudar: espere y observe!
En lugar de : «Aquí tienes, déjame hacer».
Prueba : "Hmm, ¿qué más podrías probar?"
Dales un momento para resolver problemas. ¡Te impresionará todo lo que se les ocurra!
2. Haga preguntas abiertas
Las preguntas de sí/no cierran la conversación. En su lugar, prueba estas opciones:
❌ «¿Es esto una pelota roja?»
✅ «¿Qué crees que hará esta pelota cuando la dejemos caer?»
Esto genera pensamientos más profundos y conversaciones más interesantes.
3. Haz que el tiempo de juego cuente
¡Jugar es un aprendizaje serio! Fomente actividades como:
• Juego sensorial (agua, arena, plastilina)
• Bloques de construcción (¿qué hace que caigan o se detengan?)
• Juego de simulación (disfrazarse, contar cuentos)
Estos momentos lúdicos son donde florecen la resolución de problemas, la imaginación y la lógica.
4. Déjeles predecir los resultados
Convierte los momentos diarios en divertidos experimentos:
➡ «¿Qué crees que pasará si dejamos ese cubito de hielo fuera?»
➡ "¿Qué coche irá más rápido? Hagamos una carrera con ellos!"
La predicción es una gran forma de desarrollar habilidades, y súper divertida!
5. Explora la causa y el efecto
Enséñalos como una cosa lleva a otra a través del juego:
• Verter agua en distintas tazas
• Pulse botones de un juguete
• Construye y derriba torres (¡y habla de por qué caen!)
Cada pequeño descubrimiento les enseña cómo funciona el mundo.
6. Elija libros que le hagan pensar
No todos los libros son sólo para acostarse. Elija que inviten a la conversación y a la imaginación. Haga una pausa y pregunte:
📖 «¿Qué crees que va a pasar a continuación?»
📖 «¿Por qué está triste el personaje?»
Los libros son una buena forma de practicar el pensamiento en voz alta.
7. Sé su modelo a seguir
Lo observan todo. ¡Así que deja que te vean pensando!
Haz preguntas en voz alta, pregúntate cosas y explica cómo resuelves los problemas. Te seguirán el ejemplo.
Conclusión: No se trata de respuestas correctas
El pensamiento crítico en la primera infancia trata de cómo piensan, no de lo que saben.
Déjales explorar, preguntar, equivocarse y volver a intentarlo. Todo forma parte de criar a infancias curiosas, seguras de sí mismos y creativas.
Más recursos útiles
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