¿Qué es realmente la crianza positiva?
- UPV/EHU
- 6 jul
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 sept
Una guía práctica para una crianza segura y conectada
Ya lo has oído antes: "crianza positiva". Pero, ¿qué significa realmente y cómo puede ayudar a tu hijo o a tu hija a convertirse en una persona amable y segura de sí misma?
Alerta de spoiler: no se trata de ser la madre o el padre perfecto, ni de tener todas las respuestas.
La crianza positiva consiste en construir una relación basada en la calidez, el respeto, una guía clara y la confianza. Cuando crecen en este tipo de entornos, no solo se comportan mejor, sino que se sienten mejor. Y esa seguridad emocional sienta las bases para todo, desde el éxito escolar hasta la resiliencia social.
Vamos a dividirlo en cinco principios simples que puedes empezar a aplicar hoy mismo.
1. Conexión y apoyo emocional
La base de la crianza positiva es esta: tu hija o hijo necesita sentir amor, aprecio y seguridad. Esa conexión comienza con gestos pequeños y constantes, como un abrazo después de la escuela o estar presente en momentos de enfado.
Cuando sienten apoyo emocional, las niñas y los niños tienden a:
Desarrollar la confianza en sí mismos y mismas y en el mundo.
Aprender a gestionar sus emociones
Desarrollar el bienestar mental a largo plazo
Pruebe esto: todos los días, dile algo que admiras o aprecias de su personalidad o comportamiento.
2. Comunicación respetuosa
Es fácil hablarle a las niñas y a los niños, pero suceden cosas poderosas cuando también hablamos CON ellos y ellas. La comunicación respetuosa significa escuchar sin interrumpir, validar sus sentimientos y permitirles compartir sus pensamientos, incluso si no siempre están de acuerdo.
Cuando se sienten escuchados y escuchadas:
Tienen más predisposición a cooperar
Aprenda a expresar emociones de forma saludable
Desarrollar una autoestima más fuerte
Prueba esto: haz preguntas abiertas como: "¿Cuál ha sido tu parte favorita del día?" o "¿Qué te ha parecido más difícil del día de hoy?"
3. Liderazgo amable y límites claros
Los niños y las niñas no necesitan control, sino orientación. La crianza positiva establece límites firmes pero justos, y explica el porqué de las reglas. El objetivo no es el castigo, sino el aprendizaje.
Un liderazgo claro y consistente les ayuda a:
Sentir seguridad y protección
Aprender responsabilidad y autocontrol
Respetar los límites sin miedo
Prueba esto: en lugar de decir “Deja de gritar”, prueba “Vamos a usar voces tranquilas para que podamos entendernos”.
4. Brindar seguridad física y emocional
Claro que necesitan comida, ropa y un lugar donde dormir. Pero la seguridad emocional es igual de importante. Las rutinas, la previsibilidad y la protección contra el estrés o el caos les ayudan a sentir un ambiente seguro.
Prueba esto: Incorpora la calma a tu día: lee un cuento antes de dormir todas las noches o da un paseo tranquilo los fines de semana. Se trata de seguridad y conexión.
5. Fomentar la curiosidad y el crecimiento
La crianza positiva ve cada momento —cada juego, cada paseo, cada vaso de jugo derramado— como una oportunidad para aprender. Tú eres una referencia principal para tu hija o tu hijo, y tu apoyo le ayuda a moldear su forma de afrontar los desafíos, el aprendizaje y la vida.
Prueba esto: Deja que tome la iniciativa durante el juego. En lugar de dirigir, observa y describe: "¡Estás construyendo una torre altísima!"
Entonces, ¿por qué importa todo esto?
Porque ser madres o padres no se trata solo de sobrevivir el día. Se trata de construir un futuro: un cuento antes de dormir, una conversación paciente, un "te quiero".
Al usar estos cinco pilares (Conexión, Comunicación, Orientación, Seguridad y Crecimiento), no solo estás criando a alguien que se porta bien, sino que estás criando a una persona que cree en sí misma.
Reflexión final: Los pequeños pasos hacen una gran diferencia
No necesitas alcanzar la perfección. No necesitas hacerlo todo de una vez.
Simplemente comienza donde estás, sigue presente y nota los momentos de conexión.
Porque cada vez que escuchas con empatía, guías con cuidado o celebras el esfuerzo, estás ayudando a tu hija o a tu hijo a sentir lo que todo niño y niña merece sentir:
Seguridad. Amor. Reconocimiento.








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